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Actualidad Universitaria

La UCO valida una metodolog�a m�s precisa para el estudio cient�fico de la enmienda

El biocarb�n es una enmienda que puede ayudar a una mejor fertilizaci�n de los campos de cultivo. Sin embargo, cuando los cient�ficos estudian las capacidades de este producto, se encuentran con datos no concluyentes. Esta falta de resultados positivos juega en contra de su popularizaci�n en el sector agrario. Para mejorar el estudio de las propiedades de los terrenos abonados con biocarb�n, un equipo de la Universidad de C�rdoba (UCO) ha validado un sistema fotogr�fico que permite conocer con precisi�n la presencia del biocarb�n y los efectos sobre el cereal.

�Muchos estudios cient�ficos en torno a los efectos del biocarb�n no encuentran efectos significativos y pudiera ser porque la medici�n de estos efectos no es del todo precisa�, indica Rafael Villar, investigador principal de la l�nea perteneciente al Departamento de Bot�nica, Ecolog�a y Fisiolog�a Vegetal de la UCO. Para paliar este efecto, el grupo al que pertenece ide� un sistema sencillo: sobre un soporte trapezoidal se mont� una c�mara fotogr�fica, que registraba la presencia de biocarb�n en un �rea peque�a: 0,5 x 0,4 metros.

En un campo de cultivo convencional pr�ximo a la ciudad de C�rdoba, se reparti� biocarb�n en parcelas de 6 x 2,8 metros junto a otras de las mismas dimensiones de control, separadas ambas por una franja de tres metros y distribuidas en ajedrezado. Ese a�o se sembr� girasol y, al a�o siguiente, trigo. Dado que entre un cultivo y otro hay unas labores agr�colas de removimiento de tierras (con arados con vertedera, fundamentalmente), la distribuci�n original del biocarb�n cambi�. El equipo cient�fico emple� entonces el sistema fotogr�fico para observar en detalle las modificaciones y lo evaluaron en el laboratorio. En las parcelas de control, el terreno no adquiri� ning�n aporte de la enmienda, gracias a la franja de separaci�n. En cambio, debido al removimiento de tierras, el biocarb�n se hab�a distribuido de forma irregular por las parcelas originales.

Se estableci� una gradaci�n de la cantidad de biocarb�n presente en la superficie, gracias a las fotograf�as. Para crear la escala, el equipo de edafolog�a de la UCO aport� un espectrofot�metro. �La t�cnica ha permitido evaluar la presencia de la enmienda un a�o despu�s de su distribuci�n, y puede servir tambi�n para campa�as posteriores�, a�ade Manuel Olmo, del equipo investigador.

Mejora con una mayor cantidad de biocarb�n

En la campa�a cerealista, las �reas que conten�an mayor presencia de biocarb�n el rendimiento del trigo se incrementaba en torno a un 20%. En cambio, en las otras �reas, el incremento no era significativo. �Si se hubiera observado de forma global, podr�amos haber concluido que el uso del biocarb�n no era efectivo, pero, en cambio, con la nueva herramienta, podemos precisar estos datos y comprobar el aporte realizado�, a�ade Olmo. Los resultados han sido publicados en la revista cient�fica Science of the Total Environment.

Entre esos efectos positivos se ha documentado un incremento a la adquisici�n de nutrientes b�sicos para el trigo como el calcio, el f�sforo, el potasio y el manganeso. Adem�s, el terreno enmendado con biocarb�n presentaba menor compactaci�n, algo positivo para la planta, ya que permite a sus ra�ces explorar mayor espacio bajo la superficie y mejorar su adquisici�n de agua. Finalmente, se constat� mayor hidrataci�n del suelo de forma global.

El biocarb�n

El biocarb�n se produce por el calentamiento de materia vegetal en una atm�sfera pobre en ox�geno. Por este procedimiento, denominado pirolisis, alrededor del 50% del carbono de la biomasa queda almacenado en el biocarb�n, por lo que resulta un material muy interesante como sumidero de CO2. El uso del biocarb�n no es nuevo, y el estudio de los suelos amaz�nicos conocidos como terra preta revela que es un material muy estable que puede permanecer en el suelo entre 500 y 1.000 a�os. Se conocen beneficios del biocarb�n como enmienda relacionados con la mejora de la humedad y de la compactaci�n del terreno, y de la fertilidad en general. Tambi�n puede ser �til en terrenos �cidos, puesto que incrementa el pH del terreno. El reto actual es conseguir que la producci�n de biocarb�n sea econ�micamente viable.

Olmo M, Lozano AM, Barr�n V, Villar R. �Spatial heterogeneity of soil biochar content affects soil quality and wheat growth and yield�. Sci Total Environ. 2016 Aug 15; 562:690-700. doi: 10.1016/j.scitotenv.2016.04.089. Epub 2016 Apr 22. 

Fotointerpretaci�n del suelo para conocer con precisi�n los efectos del biocarb�n en los cultivos

La UCO valida una metodolog�a m�s precisa para el estudio cient�fico de la enmienda

 

El biocarb�n es una enmienda que puede ayudar a una mejor fertilizaci�n de los campos de cultivo. Sin embargo, cuando los cient�ficos estudian las capacidades de este producto, se encuentran con datos no concluyentes. Esta falta de resultados positivos juega en contra de su popularizaci�n en el sector agrario. Para mejorar el estudio de las propiedades de los terrenos abonados con biocarb�n, un equipo de la Universidad de C�rdoba (UCO) ha validado un sistema fotogr�fico que permite conocer con precisi�n la presencia del biocarb�n y los efectos sobre el cereal.

 

�Muchos estudios cient�ficos en torno a los efectos del biocarb�n no encuentran efectos significativos y pudiera ser porque la medici�n de estos efectos no es del todo precisa�, indica Rafael Villar, investigador principal de la l�nea perteneciente al Departamento de Bot�nica, Ecolog�a y Fisiolog�a Vegetal de la UCO. Para paliar este efecto, el grupo al que pertenece ide� un sistema sencillo: sobre un soporte trapezoidal se mont� una c�mara fotogr�fica, que registraba la presencia de biocarb�n en un �rea peque�a: 0,5 x 0,4 metros.

 

En un campo de cultivo convencional pr�ximo a la ciudad de C�rdoba, se reparti� biocarb�n en parcelas de 6 x 2,8 metros junto a otras de las mismas dimensiones de control, separadas ambas por una franja de tres metros y distribuidas en ajedrezado. Ese a�o se sembr� girasol y, al a�o siguiente, trigo. Dado que entre un cultivo y otro hay unas labores agr�colas de removimiento de tierras (con arados con vertedera, fundamentalmente), la distribuci�n original del biocarb�n cambi�. El equipo cient�fico emple� entonces el sistema fotogr�fico para observar en detalle las modificaciones y lo evaluaron en el laboratorio. En las parcelas de control, el terreno no adquiri� ning�n aporte de la enmienda, gracias a la franja de separaci�n. En cambio, debido al removimiento de tierras, el biocarb�n se hab�a distribuido de forma irregular por las parcelas originales.

 

Se estableci� una gradaci�n de la cantidad de biocarb�n presente en la superficie, gracias a las fotograf�as. Para crear la escala, el equipo de edafolog�a de la UCO aport� un espectrofot�metro. �La t�cnica ha permitido evaluar la presencia de la enmienda un a�o despu�s de su distribuci�n, y puede servir tambi�n para campa�as posteriores�, a�ade Manuel Olmo, del equipo investigador.

 

Mejora con una mayor cantidad de biocarb�n

En la campa�a cerealista, las �reas que conten�an mayor presencia de biocarb�n el rendimiento del trigo se incrementaba en torno a un 20%. En cambio, en las otras �reas, el incremento no era significativo. �Si se hubiera observado de forma global, podr�amos haber concluido que el uso del biocarb�n no era efectivo, pero, en cambio, con la nueva herramienta, podemos precisar estos datos y comprobar el aporte realizado�, a�ade Olmo. Los resultados han sido publicados en la revista cient�fica Science of the Total Environment.

 

Entre esos efectos positivos se ha documentado un incremento a la adquisici�n de nutrientes b�sicos para el trigo como el calcio, el f�sforo, el potasio y el manganeso. Adem�s, el terreno enmendado con biocarb�n presentaba menor compactaci�n, algo positivo para la planta, ya que permite a sus ra�ces explorar mayor espacio bajo la superficie y mejorar su adquisici�n de agua. Finalmente, se constat� mayor hidrataci�n del suelo de forma global.

 

El biocarb�n

El biocarb�n se produce por el calentamiento de materia vegetal en una atm�sfera pobre en ox�geno. Por este procedimiento, denominado pirolisis, alrededor del 50% del carbono de la biomasa queda almacenado en el biocarb�n, por lo que resulta un material muy interesante como sumidero de CO2. El uso del biocarb�n no es nuevo, y el estudio de los suelos amaz�nicos conocidos como terra preta revela que es un material muy estable que puede permanecer en el suelo entre 500 y 1.000 a�os. Se conocen beneficios del biocarb�n como enmienda relacionados con la mejora de la humedad y de la compactaci�n del terreno, y de la fertilidad en general. Tambi�n puede ser �til en terrenos �cidos, puesto que incrementa el pH del terreno. El reto actual es conseguir que la producci�n de biocarb�n sea econ�micamente viable.

 

Olmo M, Lozano AM, Barr�n V, Villar R. �Spatial heterogeneity of soil biochar content affects soil quality and wheat growth and yield�. Sci Total Environ. 2016 Aug 15; 562:690-700. doi: 10.1016/j.scitotenv.2016.04.089. Epub 2016 Apr 22. 

Publicado en Ciencia

Investigadores de la Universidad de C�rdoba identifican cambios en el cultivo donde el material de origen vegetal se ha empleado como complemento para el abono

El biocarb�n es un material similar al carb�n vegetal convencional en aspecto y propiedades, pero que tiene unas caracter�sticas a�adidas interesantes para la comunidad cient�fica. Se puede emplear para la captura de CO2, que de otra manera terminar�a en la atm�sfera contribuyendo al efecto invernadero. Adem�s, su uso, combinado con fertilizantes, puede aumentar su eficiencia. Un equipo de la Universidad de C�rdoba (UCO) ha observado ahora c�mo ayuda al trigo a captar mejor los nutrientes de los abonos. La planta adapta sus ra�ces, las estiliza, para absorber mejor los elementos necesarios para su crecimiento, en especial el nitr�geno.

Publicado en Ciencia

La bit�cora, coordinada por el investigador de la Universidad de C�rdoba Jes�s Cebrino, competir� con otras p�ginas de divulgaci�n como El Biocultural, PACMA Catalu�a o rioMoros

Los Porqu�s de la Naturaleza se presenta en la d�cima edici�n de Premios 20blogs como candidata al mejor blog de Medio Ambiente de Espa�a. Es una web de divulgaci�n cient�fica con vocaci�n de acercar la naturaleza y sus misterios a las personas, explican los responsables. Fue creada por un grupo de j�venes de diferentes disciplinas universitarias en 2011, y actualmente aspira a ser una referencia en la blogosfera en el �mbito de la divulgaci�n. Est� coordinada por Jes�s Cebrino, doctorando en el grupo de Aerobiolog�a, de Bot�nica, Ecolog�a y Fisiolog�a Vegetal en la Universidad de C�rdoba.

Publicado en Ciencia

La Universidad de C�rdoba observa que estas plantas de secano avanzan en primavera sus fases de aparici�n de la hoja bandera y floraci�n

Los cereales de secano que se cultivan en Espa�a han adelantado en las tres �ltimas d�cadas etapas de crecimiento que desarrollan en primavera como consecuencia de los efectos del cambio global, que en la Pen�nsula se han manifestado con un incremento de la temperatura media y una ligera disminuci�n, pero mayor intensidad de las precipitaciones. El avance en sus estados fenol�gicos m�s significativo ha sido registrado en el trigo y en la avena, cuyas fases de aparici�n de la hoja bandera y de floraci�n se han adelantado una media de tres y un d�a por a�o, respectivamente. Un estudio de la Universidad de C�rdoba y el Campus de Excelencia Internacional Agroalimentario ceiA3 con datos fenol�gicos y meteorol�gicos de la Agencia Estatal de Meteorolog�a (Aemet) concluye que el cambio clim�tico �est� provocando claramente variaciones en la fenolog�a de los cereales cultivados y sus consecuencias podr�an ser m�s marcadas�. Este estudio ha sido publicado en la revista cient�fica Climatic Change, una de las mayor impacto en este �rea.

Las variaciones meteorol�gicas tienen efecto directo en las plantas, ya que pueden adelantar o retrasar etapas, tanto en su nacimiento en las anuales o la floraci�n. Si estas variaciones persisten en el tiempo, pueden pasar de ser un hecho aislado a una tendencia. Para discernir entre un cambio puntual y una tendencia que se prolonga en el tiempo, los bot�nicos estudian los desarrollos fenol�gicos de las plantas. En el caso de plantas herb�ceas anuales, el ciclo va desde la semilla hasta su madurez y cosecha. En los �ltimos a�os, la Pen�nsula Ib�rica ha sido testigo de un incremento tanto de la temperatura media como de la intensidad en las precipitaciones, aunque �stas hayan disminuido ligeramente, especialmente en el �rea mediterr�nea. Con el fin de analizar si estos cambios han tenido efecto en los cinco principales cultivos de cereales del pa�s, investigadores de la Universidad de C�rdoba han analizado las muestras de 26 puntos diferentes de la Espa�a pen�nsular y Baleares desde 1986 hasta 2012. El investigador Jos� Antonio Oteros (actualmente en estancia postdoctoral en la Universidad T�cnica de M�nich) y las profesoras Carmen Gal�n y Herminia Garc�a Mozo estudiaron, cribaron y estandarizaron los datos de fases fenol�gicas observadas por este organismo estatal en los cereales de secano mayoritarios (avena, cebada, centeno y trigo), adem�s del ma�z, para posteriormente analizarlos mediante t�cnicas estad�sticas novedosas con el fin de determinar si durante las �ltimas tres d�cadas se hab�a producido alg�n cambio en el comportamiento fenol�gico de estas plantas. Este trabajo se ha realizado en colaboraci�n con los investigadores de la Aemet Antonio Mestre y Roser Botey.


Muestras de toda Espa�a
Las muestras fueron tomadas en diferentes localizaciones en Espa�a: desde varios puntos de recogida en la regi�n biogeogr�fica atl�ntica (Asturias) a datos de la zona mediterr�nea (Catalu�a, Baleares, Extremadura, Castilla-La Mancha y Andaluc�a). La Aemet no s�lo dispone en sus registros de datos del tiempo como la temperatura o las precipitaciones, sino que tambi�n observa datos biol�gicos como los estados de crecimiento de plantas silvestres y cultivadas o el comportamiento anual de los animales, como es el caso de la fecha de llegada de las aves migratorias. Muchos de estos datos son proporcionados por voluntarios que registran esta informaci�n con minuciosidad y durante a�os.

A partir de estos registros, los investigadores del Departamento de Bot�nica, Ecolog�a y Fisiolog�a Vegetal de la Universidad de C�rdoba compararon las fechas de la siembra, la nascencia de la planta, el aparici�n de la hoja bandera, la floraci�n, el granado y la cosecha de los cereales mayoritariamente cultivados en Espa�a con las temperaturas y precipitaciones de aquellos d�as. Los cient�ficos lograron correlacionar cambios significativos en la fenolog�a de los cultivos de estos cereales de invierno, especialmente durante la primavera, que es cuando se desarrolla la hoja bandera y la floraci�n, con los cambios meteorol�gicos producidos de forma sostenida durante las tres d�cadas de estudio. �Las variaciones que observamos pueden tener efectos econ�micos, puesto que, entre otras adaptaciones, requerir� que los trabajos agr�colas se adecuen al adelantamiento de las etapas de los cultivos�, han explicado los investigadores de la UCO participantes en el estudio. Tambi�n advierten que �las variaciones fenol�gicas pueden llegar a tener impacto sobre la producci�n final de cultivo�.

El adelantamiento en los ciclos vitales de las plantas fue llamativo en el trigo (Triticum vulgare) y en la avena (Avena sativa), en los que se observaron una ganancia de fechas de tres y un d�a al a�o en sus fases de crecimiento primaveral. No obstante, tambi�n se observ� este avance de fechas de forma significativa en la cebada (Hordeum vulgare) y el centeno (Secale cereal), pero no en el ma�z (Zea mays). El ma�z es generalmente un cultivo de regad�o y su ciclo es diferente al de los cultivos de invierno, es decir, se siembra en primavera y se recoge a finales de oto�o. Por lo tanto, el incremento observado de las temperaturas y el cambio en el r�gimen de lluvias ha afectado m�s a los cultivos de secano, que se siembran en invierno, que al de regad�o. Estas cinco especies comprenden el 90% de la producci�n nacional de cereales, por lo que su contribuci�n econ�mica y agr�cola es importante.


Jos� Antonio Oteros, Herminia Garc�a Mozo, Roser Botey, Antonio Mestre y Carmen Gal�n. �Variations in cereal crop phenology in Spain over the last twenty-six years (1986-2012)�. Climatic Change. Fecha de publicaci�n: 8 de marzo de 2015. DOI 10.1007/s105584-015-1363-9

Publicado en Ciencia

Se trata de una segunda edici�n de la obra ocho a�os despu�s de publicada por primera vez. Como su propio nombre indica  "Res�menes de Fisiolog�a Vegetal" es un conjunto de temas que tienen como objetivo servir de gu�a pr�ctica y manejable para seguir las clases te�ricas de un curso general de Fisiolog�a Vegetal  y que no pretenden sustituir los textos existentes pero si los  multiples defectos de los apuntes tomados en clase. En definitiva se trata de un material complementario estructurado en capitulos de cuatro-cinco p�ginas cada uno que comienzan indicando los puntos principales a tratar y que finalizan con un n�mero tambi�n limitado de lecturas complementarias.

Esta nueva edici�n aparece tras los cambios derivados de la incorporaci�n al Espacio Europeo de Educaci�n Superior y consiste b�sicamente en una actualizaci�pn de conocimientos y en la adaptaci�n del temario a los acuerdos alcanzados por los profesores de Fisiolog�a Vegetal andaluces. Para realizar el texto, editado, por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de C�rdoba, su autor Manuel Pineda, ha contado con la colaboraci�n de varios compa�eros del �rea ( Pedro Piedras, Elo�sa Ag�era, Purificaci�n de la Haba y Gregorio G�lvez) consiguiendo clarificar y simplificar cuestiones cuya comprensi�n dificulta a veces la gran densidad de  la informaci�n existente

Publicado en Publicaciones